Durante todos los posts anteriores de este blog nos hemos estado fijando en todas las cosas buenas que tiene Granada capital y su provincia, en términos arquitectónicos, culturales, gastronómicos e incluso de ocio. Y podríamos seguir durante muchos más, porque seguramente no dejemos de encontrar joyas ocultas que nos hagan pensar cada vez más que la tierra granadina es casi un paraíso en la tierra, un lugar donde vivir bien y sentirse rodeado de belleza por todos lados.
Pero aún no hemos hablado de la riqueza mayor que tiene Granada, y no podemos pasarlo por alto: su gente, las personas que viven en la provincia, esos lugareños que te hacen estar como en casa nada más pones un pie en cualquier localidad granadina. Sin duda, son gente “con ángel”, como se dice por aquellos lares, y su potencial es enorme; de hecho, en los últimos años el esfuerzo de estas personas ha hecho que el avance y el desarrollo de la provincia la haya puesto entre las mejores no solo de Andalucía, sino también de España.
Y es que las nuevas generaciones de granadinos sin duda se ha dado cuenta de que su tierra no puede quedar en el atraso y el oscurantismo, y tiene que desarrollarse en todas las áreas. No es que esta gente haya sido nunca sumisa o poco ambiciosa, sino que la pobreza de los años intermedios del siglo pasado la había sumido en una apatía social importante, sin que sus habitantes supieran muy bien cómo salir de ella. Pero los jóvenes de entonces, que son los padres de los jóvenes de ahora, dieron un vuelco a la situación, y sus descendientes han estado sin duda también a la altura.
Los jóvenes de Granada tienen inquietudes y muchas ilusiones puestas en el futuro, y en su presente intentan abarcar muchos ámbitos, no sólo el puramente turístico, aunque por supuesto se sientan orgullosos de él. Las ciencias, la cultura del siglo XXI, los deportes, los servicios públicos… todo ello les preocupa e intentan seguir las últimas tendencias de todo el mundo. Y no se olvidan del plano social, con políticas sobre seguridad ciudadana, planificación familiar, educación y asuntos sociales… Vamos, toda una atención global a la ciudadanía. Y, entre ellas, la preocupación de la sexualidad sin riegos, algo fundamental porque es uno de los temas que más preocupa a los jóvenes de Granada, ya que es uno de sus mayores intereses.
La educación para la salud no puede dejarse a un lado en ninguna sociedad desarrollada, ni ningún dirigente o autoridad competente debe echarla a un lado, debiéndose considerar algo de primordial importancia; si se trata de sexo, sobre todo entre gente joven, la importancia es mucho mayor. Los chicos y chicas de ahora tienen mucha información, sí, pero puede ser que mucho de ella esté realmente distorsionado. No olvidemos que los videos porno xxx han podido ser el referente de la sexualidad para muchos de ellos, ya que el porno online, o en cualquier otro formato, ha estado al alcance de la mano de cualquier de ellos en cualquier momento y lugar. No se trata de demonizar la pornografía, sino de dejar en claro que es un arte y no una representación de la realidad, y eso sólo se puede conseguir con una educación sexual clara y alejada de tabúes y complejos ridículos.
Así, Granada ciudad y también su provincia pueden verse beneficiadas no sólo con su bagaje cultural e histórico, que ya es enorme y asombroso, sino también con toda una serie de intereses basados en las nuevas generaciones, los nuevos tiempos y los nuevos intereses que conviertan toda la zona y a sus habitantes en gente moderna, sociable e informada de todos los avances que la sociedad de este siglo pueda proporcionar. Pero que nunca cambien su esencia, ese “ser granadino” que tanto gusta a aquellos que los visitan.